Probioticos, aclarando conceptos III. Nutrición adecuada versus Nutrición Óptima.

El concepto clásico de nutrición adecuada, aquella que aporta los nutrientes necesarios para el buen funcionamiento del organismo, poco a poco esta siendo sustituido por el de nutrición óptima, en el que los alimentos ingeridos no solo sirven para satisfacer las necesidades nutricionales del organismo y evitar las posibles deficiencias, sino que además sirven para mejorar nuestro estado de salud, ya sea teniendo un efecto preventivo frente a determinadas enfermedades, o bien un efecto terapéutico en el tratamiento de enfermedades.
Bajo este nuevo concepto de nutrición óptima surgen los alimentos funcionales, ya sean alimentos naturales o procesados. Son innumerables los productos que incluyen sustancias o microorganismos con actividad funcional: así podemos encontrar productos alimentarios que contienen o han sido enriquecidos con fibra soluble e insoluble, fitosteroles, fitoestrógenos, ácidos grasos monoinsaturados y poliinsaturados, derivados fenólicos, vitaminas y otros fitoquímicos, Probióticos...etc.

El concepto de nutrición óptima lleva implícito una interacción entre el producto consumido y el sujeto consumidor ya sea nivel fisiológico o genético para que dicho alimento funcional pueda ejercer su función preventiva o terapéutica. Determinar esta interacción a nivel científico para demostrar la actividad saludable del producto funcional exige la utilización biomarcadores fisiológicos o genéticos adecuados que permita validar o no el efecto positivo del alimento funcional en humanos o animales.